Llueva o haya sol todos los días a las 8: 30 a.m, están Andrés Urbina y Ernesto González esperando tener un buen día; una buena cantidad de clientes con las ruedas de sus autos desinfladas. "De eso consta su sueldo", decía Luís Uribe, un invitado que vende el gas en el pasaje de al lado. 20 o 30% de la ganancia para cada uno por trabajo realizado, alguna propina por inflar pelotas, bicicletas o cualquier cosa que necesite aire.
Mientras Luís me cuenta con entusiasmo de la evolución que ha tenido la vulcanización, que en un principio solo se encargaba hacer controles de aire y cargar baterías, cosa que es muy poco común ahora, Ernesto mira la televisión esperando llegar algún "cliente al aire", como les llama Luís.
Todo comenzó en 1992-93 cuando abre la actual vulcanización ubicada en Laguna Sur con Laguna Negra, en la comuna de Pudahuel Sur como un negocio pequeño que solo se encargaba de lo básico. En el transcurso de los años y teniendo más popularidad en su negocio, empiezan a hacer cambios de aceite y compran elementos que les abre las puertas a agrandar su negocio; como por ejemplo ahora hacían balanceo.
Así como compraron sus primeros elementos, fueron evolucionando cada vez más en ese ámbito, después de hacer todo casi manualmente pasaron a tener maquinas, las cuales expulsan aire,"todas son con aire, ninguna eléctrica y todo se mide en libras", me repetía Luís constantemente, para seguir facilitando su trabajo. Actualmente sus máquinas son totalmente renovadas en comparación a como habían empezado, su dueño espera seguir evolucionando.
Llegué aquí por casualidad y me parecio muy freak y bueno tu fotoreportaje. Saludos.
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